Sabemos de sobra que el exceso de alcohol y las drogas
son “malas”. Cada persona leyendo este artículo
conoce personas con problemas serios y avanzados por su consumo de
sustancias. Sin embargo, poco se habla
de la familia. Menos, de la familia Latina
que destaca por su unidad familiar. La
familia es el motivo de trabajar y ganarse la vida como sea. La familia es el refugio. La familia es quien le saca de apuros. La familia es…. completen ustedes la frase….
Esta misma familia, una institución importante, sufre
cuando alguien en la familia usa drogas o bebe en exceso. Al principio no tanto, no se dan cuenta o
encubren comportamientos pensando que ya pasara. Con el tiempo aumentan las
preocupaciones. Para padres, se
preocupan por el futuro de sus hijos, la salud, la escuela, las influencias.;
pero también les apodera el enojo y dificultades de manejar los comportamientos
del hijo o hija que usa. Muchos se
preguntan ¿donde han fallado? ¿Porque les faltan el respeto? Muchos padres sienten culpa, que no es lo mismo que ser culpables.
Entre parejas puede llevar a fuertes discusiones, incluso
a violencia domestica, riesgos legales desde DUI (manejar bajo influencia)
hasta deportaciones, puede afectar el estatus de inmigración, causar grandes
gastos legales, perdida de trabajo… pero eso ustedes, los lectores, lo saben de
sobra. Los efectos a los hijos que
presencian el uso, las discusiones, las inseguridades financieras, las
preocupaciones son enormes. Muchos le
siguen el comportamiento son conocer alternativas, no conocen otra forma de
vivir, para ellos es un estilo de vida y normal.
Mientras, la persona que bebe o usa drogas, en muchos
casos, también se desespera por encontrar una forma de controlarse mejor, sea
controlar el uso, dejarlo o mejorar de comportamientos—aumenta la desesperación
cuando no tiene éxito.
Una solución está en que todos tengan más información
correcta y profesional , discutir estos problemas abiertamente sin miedo y vergüenza. Desafortunadamente pocos quieren pagar por
estos servicios, aunque pagan por celulares de última moda, bonitos carros y algún
que otro Café de Starbucks sin pestañear!
El consumo es más atractivo que un servicio, lo entiendo, me pasa
igual. Pero piensen que es una inversión
que les ahorra gastos y sufrimiento, que rinde interés de forma emocional y
estabilidad familiar. El dinero que se
gasta en alcohol y drogas es vivido a corto plazo, el dinero que se gasta en
servicios profesionales es para largo plazo y mejorar la calidad de vida
familiar.
Con más de 15 años de experiencia, certificación como
profesional en adicciones y educación en psicología, ofrezco servicios de bajo
coste tanto para la familia como el individuo.
Ofrezco clases de concienciación sobre alcohol y drogas diseñadas de
servir a personas con cualquier nivel de educación, ser interesantes y les dé
un buen valor a cambio. Las clases
pueden servir tanto de información, prevención e intervención.
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